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CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN HISPANA ESTÁ MARCANDO LA AFIRMACIÓN DE SU LENGUA EN EL PAÍS
El español, un idioma en expansión en Estados Unidos
Fuente: ADLATINA.COMEl aumento en el número de consumidores que habla español hace que cada vez sea más indispensable para las empresas contratar un staff bilingüe, que tenga la capacidad de comunicarse con ellos en su idioma. A esta conclusión llegan los estudios realizados por la especialista en marketing y comunicación Suzanne Irizarry de López, que afirman que, en un futuro no tan lejano, el español dejará de ser una mera lengua extranjera y optativa en los colegios, para convertirse en un idioma típico y nativo de los Estados Unidos.
“El español pronto dejará de ser visto como un lenguaje extranjero opcional en el colegio para convertirse en uno de las dos lenguas más habladas en los Estados Unidos”. La afirmación no se refiere a un futuro tan lejano, pero sí llevará al menos una o dos generaciones lograr este cambio en la percepción del idioma, según el estudio Changing US perceptions of the Spanish language realizado por Suzanne Irizarry de López, miembro del Consejo de la Asociación de Marketing y Comunicación Hispano y directora del Business Development for Bilingual Research Services.Sin embargo, la autora asegura que “el marketing no puede darse ese lujo”, ya que cada vez hay más clientes que hablan en español. Y cuenta que una situación que se vive a diario en los Estados Unidos es que, en muchos establecimientos, quienes deben prestarle servicios a los clientes –se trate de recepcionistas, vendedores, médicos, profesionales o gobernantes- están imposibilitados de comunicarse con ellos porque, si bien muchas compañías invierten grandes sumas en publicitar en español, aún no han puesto el énfasis necesario en conseguir un staff bilingüe capaz de mantener una buena relación con sus clientes en español.
“Si el marketing requiere un cierto romance con el cliente y no hay una habilidad comunicacional efectiva en juego en todos los puntos de contacto, la relación con el cliente hispano sólo podrá acercarse al divorcio”, sentenció la autora. Con lo cual, quienes tomen al inglés como lengua única dentro del ámbito de los negocios no harán más que perder clientes, dinero y posicionamiento. O, como dice un adagio popular, estarán sembrando su propia tumba.
Transición o “dolor de crecimiento”
Con una población hispana en crecimiento, el español lentamente se está afirmando en los Estados Unidos como lengua nativa y típica americana. Esto se ve en la proliferación de escuelas bilingües en el país. Lo cual se suma al hecho de que cada vez hay más medios –tv, revistas, diarios, radio, internet- en español y más de veinte millones de estadounidenses que lo hablan regularmente.
De hecho, Estados Unidos ocupa el puesto número cinco entre los países del mundo donde se habla español. Además, el español fue el primer lenguaje europeo hablado en ese país –desde fines del siglo XV-, particularmente en los estados del sur y el oeste, cuyos nombres, en su mayoría, siguen estando en español.
Irizarry de López habla de un cambio de sistema de los Estados Unidos, para el cual pone como ejemplo un artículo publicado el 4 de febrero de 2005 en The Sun Sentinel, que informa sobre el discurso del senador hispano Mel Martinez –nacido en Cuba-, quien rompió con la tradición de 216 años de hacer los discursos inaugurales de los senadores solamente en inglés.
El artículo decía: “El primer discurso de un nuevo senador se supone que es un momento histórico para un recién llegado y suele ser usado para definir sus prioridades. Cuando Martínez irrumpió con un español seguido por su propia traducción en inglés, el taquígrafo lo miró socarronamente y sólo tipió: hablando español”.
Sin embargo, la autora asegura que lograr un cambio de percepción que permita que el español pase de ser visto como un idioma extranjero a una lengua nativa llevará, al menos, un par de generaciones. “Mientras tanto, pasaremos por los ‘dolores de crecimiento’, que es lo que yo llamo el dolor de estar en el medio de la percepción de que el español es un lenguaje extranjero pero, en realidad, cada vez más clientes lo hablan”, explicó.
Ser hispano, un estilo de vida
Por otro lado, en su estudio Today’s hispanic consumer - Getting to know el nuevo general market, Irizarry de López asegura que, en un futuro no muy lejano, el mercado hispano no podrá seguir siendo considerado como un simple segmento cultural, racial o demográfico. Y, seguramente, tampoco estará atado a un solo lenguaje. “Es más bien un estilo de vida, un modo de ser, una elección”, dice la autora.
En su estudio, marca algunas diferencias a tener en cuenta a la hora de hablar de la raza hispana, tales como: país de origen, país de crecimiento, razones y época de inmigración, cantidad de tiempo en uno u otro lado, tipo de crecimiento -país, barrio, etc.-, sexo, edad, educación, posición económica, ocupación, lenguaje, estado civil y lugar de residencia, entre otras.
Además, otro punto a considerar es que la historia hispana es previa a la inglesa, y no algo reciente. Ya en 1494, a través del tratado de Tordesillas, España reclamó a América del Norte los territorios de Georgia y las Carolinas, desde Louisiana y Texas hasta el sudoeste, California y llegando hasta Alaska. Sin embargo, en el siglo XVI, Gran Bretaña y Francia ignoraron los reclamos de España y comenzaron su exploración.
No es lo mismo hispano que latinos
Los tips incluidos en el estudios muestran datos relevantes, poco conocidos y hasta algunos que llaman la atención.
Por ejemplo, la reacción frente a la denominación “hispano” varía de acuerdo a quién sea llamado de ese modo: mientras que para quien no se identifica con un pasado europeo puede ser ofensiva, a un indígena le resulta totalmente irrelevante.
Además, según el estudio, casi la mitad de los hispanos –48 por ciento: 18,8 millones- se considera “blanco”, mientras que un 42 como de “alguna otra raza”.
En cuanto a la denominación “latino”, puede incluir gente cuyo idioma deriva del Imperio Romano (franceses, italianos, brasileños); y hace referencia a los ancestros latinos en Europa -pero excluye a los europeos (y caribeños) cuando es usada en América-.
Por otra parte, se marcan ciertas características que llevan a perder la atención tanto de hispanos como de latinos (según cuál fuere el caso). Como ejemplos más destacados están las publicidades hechas sólo en español, las que sólo se dirigen a los inmigrantes o las publicidades en inglés que rechazan lo hispano. Estas últimas no sólo ofenden sino que son un gran error.