La Lengua Griega
La lengua griega tal y como la conocemos hoy en día, tiene su
origen en esta época, aunque ha sufrido fuertes
transformaciones. En la actualidad su variante moderna
(demotikí) es el idioma oficial de Grecia y de Chipre. También
hay una minoría de lengua griega en Albania.
El griego pertenece a la gran familia de lenguas derivadas de
una lengua antepasado común conocida como indoeuropeo (también
indogermánico).
Dialectos
La lengua griega de la antigüedad se hablaba no sólo en la
antigua Grecia peninsular, sino también en las colonias, dando
lugar a los distintos dialectos que conocemos de la misma.
Jónico: Se hablaba en Eubea, en las Islas Cícladas y en la
región de Asia Menor que comprende Esmirna, Éfeso y Mileto.
Este dialecto es la base de la lengua de Homero, Hesíodo y
Heródoto.
Eólico: Se hablaba en la parte norte de la costa de Asia
Menor, en la isla de Lesbos, en Tesalia y en Beocia.
Dórico: Abarcaba el noroeste de Grecia, el Peloponeso, la
parte sur de la costa de Asia Menor, las islas de Creta y
Rodas y en la Magna Grecia.
Ático: Hablado en Atenas y sus alrededores.
El griego que a menudo se estudia como modelo de lengua de la
antigüedad es el que corresponde al dialecto ático, ya que
literariamente llegó a superar a todos los demás dialectos,
principalmente en los siglos V adC, también conocido como el
"Siglo de Pericles" y en el IV adC. En este dialecto
escribieron los grandes autores de la literatura griega: los
poetas trágicos Esquilo, Sófocles y Eurípides, el poeta cómico
Aristófanes, los historiadores Tucídides y Jenofonte, el
filósofo Platón y los oradores Lisias, Demóstenes y Esquines.
La lengua común
A partir de la unificación de Grecia bajo Filipo de Macedonia,
el dialecto ático, ligeramente alterado por el contacto con
los demás dialectos, se impuso como lengua literaria en toda
Grecia y se extendió con las conquistas de Alejandro Magno a
todo el Oriente.
El dialecto resultante se llamó lengua común o koinè glôssa
(κοινή γλωσσα). En ella escribieron, entre otros, el filósofo
Aristóteles, el historiador Polibio y el moralista Plutarco.
Asimismo, este dialecto constituye el fondo del griego
bíblico, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.
Durante el período bizantino la lengua griega perdió su
antiguo carácter, por la evolución de sus formas y por la
mezcla de elementos extraños, dando origen al griego moderno.
|